A estas horas se “es” más que se “está”.
Con luces o a ciegas, no existe nadie… y es que hay lazos que desunen, ojos que no ven, oídos que no oyen.
¡Es tan solitaria la espera en el recuerdo!
Bebo del tiempo su memoria y no consuela. Yo solo pinto castillos en el aire, solo quiero regalarle la alegría a las palabras, las buenas, las que no hacen daño.
A estas horas no me complico, tan solo pienso sin pararme a pensar, porque Dios me hizo un poco mas grande el corazón que el recuerdo, un poco mas grande el sentimiento a la razón… y porque la razón no existe, solo las almas heridas a curar.
A estas horas de inesperada paz, de profunda noche, solo quiero dar las gracias.
Gracias.
Aunque no lo escuche nadie.
Con luces o a ciegas, no existe nadie… y es que hay lazos que desunen, ojos que no ven, oídos que no oyen.
¡Es tan solitaria la espera en el recuerdo!
Bebo del tiempo su memoria y no consuela. Yo solo pinto castillos en el aire, solo quiero regalarle la alegría a las palabras, las buenas, las que no hacen daño.
A estas horas no me complico, tan solo pienso sin pararme a pensar, porque Dios me hizo un poco mas grande el corazón que el recuerdo, un poco mas grande el sentimiento a la razón… y porque la razón no existe, solo las almas heridas a curar.
A estas horas de inesperada paz, de profunda noche, solo quiero dar las gracias.
Gracias.
Aunque no lo escuche nadie.